jueves, 28 de julio de 2011

Crónica de un Veterinario


Hoy comparto una reflexión escrita en sentido figurado, donde un niño explica de manera practica algo que muchas veces pasamos por alto:

Te has preguntado ¿por qué los perros viven menos que las personas?

Siendo un Veterinario, fui llamado para examinar a un Sabueso Irlandés de 8 años de edad llamado Belker. Los dueños del perro, Ron, su esposa Lisa y su pequeño Shane, estaban muy apegados a Belker, y estaban esperando un milagro.

Examine a Belker y descubrí que estaba muriendo de Cáncer. Les dije a su familia que no podíamos hacer ya nada por Belker, y me ofrecí para llevar a cabo el procedimiento de eutanasia en su casa.

Hicimos los arreglos necesarios, Ron y Lisa dijeron que sería buena idea que el niño de 10 años, Shane observara el suceso. Ellos sintieron que Shane podría aprender algo de la experiencia.

Al día siguiente, sentí la familiar sensación en mi garganta cuando Belker fue rodeado por la familia. Shane se veía tranquilo, acariciaba al perro por última vez, y yo me preguntaba si él comprendía lo que estaba pasando. En unos cuantos minutos Belker se quedó dormido pacíficamente para ya no despertar.

El pequeño niño pareció aceptar la transición de Belker sin ninguna dificultad o confusión. Nos sentamos todos por un momento preguntándonos el porqué de el lamentable hecho de que la vida de las mascotas sea más corta que la de los humanos. Shane, que había estado escuchando atentamente, dijo: ''yo sé porqué.''

Sorprendidos, todos volteamos a mirarlo. Lo que dijo a continuación me maravilló:
"Diosito nos envia a este mundo para aprender cómo vivir, como amar a los demás y ser buenas personas, y como los perritos ya saben cómo hacer todo eso, no tienen que quedarse tanto tiempo como nosotros."

La moraleja es que si un perro fuera tu maestro, aprenderías cosas como:
  • Nunca dejes pasar una oportunidad para ir a pasear.
  • Deja que la experiencia del aire fresco y del viento en tu cara sea de puro Éxtasis.
  • Toma siestas.
  • Estírate antes de levantarte.
  • Corre, brinca y juega a diario.
  • Mejora tu atención y deja que la gente te toque.
  • Evita morder cuando un simple gruñido sería suficiente.
  • En días cálidos, recuéstate sobre tu espalda en el pasto.
  • Disfruta tomar mucha agua y recuéstate bajo la sombra de un árbol.
  • Cuando estés feliz, baila alrededor, y mueve todo tu cuerpo.
  • Deléitate en la alegría simple de una larga caminata.
  • Sé leal, nunca pretendas ser algo que no eres.
  • Si lo que quieres está enterrado, escarba hasta que lo encuentres.
  • Cuando alguien tenga un mal día, quédate en silencio, siéntate cerca y suavemente hazle sentir que estás ahí.

Recopilación de la Web.

Oscar Amaya © 2016 Algunos Derechos Reservados